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I Foro de intelectuales e investigadores indígenas Lima-Perú, 4 a 6 de julio de 2007 (página 2)




Enviado por Asdrúbal Plaza Calvo



Partes: 1, 2

La
integración en la diversidad como
proceso

Para saber si es posible que algún día se
hable un mismo lenguaje
consensuado entre pueblos indígenas y gobiernos en lo que
a construcción de políticas
públicas se refiere, particularmente en materia de
procesos de
integración, lo primero sería examinar si
conceptualmente estamos hablando de lo mismo o si a las mismas
palabras le estamos dando un contenido diferente, puesto que
podríamos incurrir en un diálogo de
sordos que a nada conduciría. Es importante pues que se
intente como ejercicio preliminar, saber de cada una de las
partes componentes del proceso
qué queremos significar con las expresiones:
integración, diversidad e integración en la
diversidad.

Tratando de encontrar mayores certezas de la clase de
proceso de integración en la diversidad que se quiere
desde los pueblos indígenas, creo que es pertinente citar
algunos pronunciamientos que se han hecho sobre la materia y que
indudablemente facilitan la comprensión de este
asunto.

El Presidente de Bolivia Evo
Morales Ayma hizo una propuesta para construir la "Comunidad
Sudamericana de Naciones" (CSN), mediante un proceso de
integración que tenga en cuenta y respete los diferentes
procesos, ritmos y velocidades de las naciones para asumir
compromisos y avanzar en ellos, con una hoja de ruta ambiciosa y
flexible que permita allanar el camino para la adopción
de instrumentos supranacionales que respeten la soberanía de cada país y se conforme
un bloque sudamericano a nivel político, económico,
social y cultural. Una CSN que forje una integración para
vivir bien, que resuelva los más grandes problemas de
la pobreza y
destrucción de la naturaleza,
que busque la complementariedad en vez de la competitividad, que comparta con el vecino en vez
de aprovecharse de él, que piense no sólo en
términos de ingreso percápita sino de identidad
cultural, de comunidad y armonía entre seres humanos y con
la madre tierra, que
respete y promueva la diversidad económica, que no trate
los recursos
naturales como una mercancía más, que no
permita el patentamiento de las plantas, animales y la
materia viva, que proteja nuestra biodiversidad
de la piratería y garantice a los países
sudamericanos el dominio sobre sus
recursos
genéticos y conocimientos colectivos tradicionales, que
permita a todos ser parte, que preserve y promocione la
diversidad cultural de pueblos indígenas, mestizos y todas
las poblaciones que migraron a este continente.

El Presidente de Colombia Alvaro
Uribe expresó en la XVII Reunión Ordinaria de la
Cumbre Presidencial Andina "Yo creo que hay perspectivas bien
importantes para que como Comunidad
Andina nos integremos más y más en la idea de
tener una Latinoamérica con una integración
sólida, ojala algún día pudiéramos
llegar a la moneda única, pasando por otros estadios, por
el estadio de tener unos indicadores
macroeconómicos dentro de unos rangos, unas tasas de
cambio dentro
de unos rangos, unos déficits dentro de unos rangos, unos
endeudamientos dentro de unos rangos, ojala pudiéramos
avanzar hacia allá". "Nosotros creemos que la
integración tiene que ser mucho más global, a
mí me parece de la mayor importancia que en la Comunidad
Andina nos comprometamos a hacer periódicas rendiciones de
cuentas sobre el
avance en lo social, sobre el tema ambiental, sobre el tema de
corrupción".

El Presidente de la Confederación Nacional de
Comunidades del Perú Afectadas por la Minería
(CONACAMI): Miguel Palacín Quispe ha manifestado que
"Apostamos por una integración pensada desde la óptica
de los pueblos, no estamos de acuerdo con una integración
macroeconómica de los Estados y de los bloques
económicos sino con una integración de los
pueblos, basada en la diversidad, la unidad latinoamericana y la
sustentabilidad de las prácticas y el pensamiento
indígena…". "…es reafirmar nuestra
identidad, reconocernos que somos pueblos que han antecedido a
los estados, que somos pueblos con organización política, con
pensamiento propio, que manejamos desde la cosmovisión
andina nuestros territorios, entonces es la reivindicación
de nuestra cultura que
hemos vivido".

El dirigente indígena y exsenador del Congreso de
Colombia Francisco Rojas Birry ha planteado que "Los
indígenas hasta ahora hemos estado
excluidos y fuera, pero queremos tener un rol protagónico,
queremos ser actores reales en las decisiones políticas,
económicas y sociales de los Estados, queremos ser actores
propositivos, construyendo sociedad, con
nuestros hombres y pensadores y respaldados por las organizaciones de
base".

La concepción de integración, como es
lógico, no es la misma desde la mirada gubernamental y
desde la indígena. Para algunos es más importante
todo lo relacionado con el comercio, las
finanzas y
la
globalización, en tanto para otros tiene mayor
interés
la participación directa y decisoria para construir un
proceso que no sea sólo de presidentes y cancilleres y que
apunte a un modelo
diferente. Esto nos lleva a plantear que un proceso de
integración no puede ser unilateral e inconsulto, sino
consensuado previa consulta con los sectores involucrados en el
mismo. Así las cosas, el camino previo a recorrer no es
mucho menos fácil, pues tendrá, entre otras cosas,
que abordar temas que en la actualidad pueden presentar alguna
tensión entre gobiernos, pueblos indígenas y
sectores populares que deben ser resueltos a través de los
consensos.

Algunos de esos puntos en tensión para avanzar en
un proceso de integración podrían ser:

  • Porqué, para qué y cómo nos
    integramos.
  • El modelo de desarrollo a
    partir de lo que para cada quien significa desarrollo y las
    propuestas de consolidación del modelo neoliberal frente
    a propuestas alternativas de desarrollo.
  • La globalización que busca la
    homogenización a escala
    planetaria frente a los procesos de diversidad cultural e
    interculturalidad.
  • La relación de subyugación de los
    gobiernos para con los pueblos indígenas frente a una
    propuesta de participación con real capacidad decisoria
    de los pueblos en todas las instancias del proceso de
    integración.
  • El apoyo de algunos gobiernos al TLC,
    ALCA,
    Plan Puebla
    Panamá,
    Plan Colombia, Integración de la Infraestructura
    Regional Sur Americana (IIRSA), que son elementos
    estructurantes de la política hegemónica de los
    Estados
    Unidos para las Américas y el Caribe, a los cuales
    habrá que adicionarle la
    Organización del Tratado de Cooperación
    Amazónica (OTCA), frente a la oposición radical a
    ellos por los pueblos y nacionalidades indígenas de
    Latinoamérica.
  • El cultivo y aprovechamiento medicinal y cultural de
    la hoja de coca por los pueblos indígenas, frente a la
    penalización de la misma por parte de los
    gobiernos.
  • El proyectado acuerdo de asociación UE-CAN que
    es de corte neoliberal y que pretende establecer una Zona de
    Libre Comercio
    (ZLC) con contenidos similares a los del ALCA o TLC de EEUU,
    que no son de buen recibo por los pueblos
    indígenas.
  • La retórica y formalismos jurídicos
    gubernamentales frente a los derechos y acciones
    concretas que se demanda
    desde los pueblos indígenas en diversas materias como:
    el respeto a
    los derechos
    humanos, la desmilitarización de territorios
    indígenas, la no criminalización de las luchas de
    pueblos indígenas y movimientos sociales, el
    reconocimiento y respeto a la autonomía, gobiernos
    propios, territorio, biodiversidad, educación, salud y justicia de
    los pueblos indígenas, la no autorización al
    ingreso de transgénicos, entre otros.

Superar o mejor consensuar estos puntos de
tensión será un avance en el proceso de
integración en la comunidad andina.

Sugerencias para un proceso de
integración integral en la diversidad.

Un proceso de integración andina debe ser
integral y no segmentario a la luz de la
concepción indígena que maneja la integralidad; no
podrá ser la repetición de "fórmulas"
fallidas ni homogeneizantes si es que de verdad pretendemos
involucrar la diversidad cultural. Tampoco podría ser la
definición de acuerdos de cancillerías sin meterle
pueblos indígenas a las decisiones; mucho menos
podría ser el fruto de acuerdos sectoriales aislados
acordes con la conveniencia de un gobierno en
particular sin pensar en el interés colectivo de la
comunidad andina. Requiere de un proceso consensuado entre todos
los afectados e interesados y en igualdad de
condiciones.

Para los pueblos indígenas hay bastante claridad
en lo que debería ser un proceso integral de
integración y en lo que definitivamente no debería
contener para evitar recorrer caminos equivocados y ya
históricamente superados. Por esta razón presento
una especie de síntesis
de lo que no debería ser y de lo que debería
contener este proceso con el ánimo de facilitar la
construcción de las propuestas de políticas de
integración con algunos elementos conceptuales que
permitirán sin duda avanzar en este objetivo.

Digamos que el proceso de integración no
deberá ser un pacto de coctel, un pacto de negocios, un
compendio de proyectos
tecnócratas y desarrollistas, un mero asunto de voluntad
política de presidentes y cancillerías, un
mecanismo que propicie el despojo territorial y la
extinción de los pueblos indígenas, una tradicional
integración de gobiernos, un mecanismo que busque
básicamente el enriquecimiento de empresas privadas
nacionales y transnacionales, un negocio neoliberal de
integración fundamentalmente económica, física, vial y
energética, una propuesta desde la mirada de las inversiones
y/o la suscripción de acuerdos con EEUU que apuntan a
vulnerar la soberanía de los pueblos, una
integración sin participación indígena con
capacidad decisoria, un espacio para que el BID, el BM y
entidades afines desarrollen acciones asistenciales y de
cooptación para desarticular las organizaciones
autónomas y legítimas, un espacio para promoción de concesiones de territorios
indígenas para las industrias
extractivas, una integración de reconocimientos formales
donde la interculturalidad no aporta a la equidad y
justicia social, un mecanismo que promueva el desarrollo
inequitativo de las culturas dominantes sobre las dominadas, un
espacio para ONGs que aparentemente comparten el pensamiento
indígena pero que en realidad ejecutan políticas
institucionales contrarias a los intereses de los pueblos y
terminan causando serias divisiones al interior de los mismos,
una integración bajo la lógica
del capital, del
lucro, del individualismo, de la competitividad, del despojo de
los organismos financieros, una integración que genere
competencias
desleales, que piense sólo en la uniformización y
mercantilización con fines de lucro o de
dominación, que piense sólo en términos
percápita, que sin respetar los derechos ancestrales de
los pueblos indígenas permita las patentes para plantas,
animales y materia viva y no proteja la biodiversidad con sus
recursos genéticos y conocimientos colectivos
tradicionales, que se mire como instrumento de apertura comercial
y de impulso a infraestructuras en función de
los intereses del capital transnacional, que hable sólo de
exportación e importación, que piense en invadirnos con
productos
extranjeros, que se base en un modelo excluyente y en fin, que
conciba la integración como una anexión. Esto
definitivamente no es lo que requiere el proceso de
integración esperado por los pueblos
indígenas.

Pero desde los pueblos indígenas también
se han ido construyendo criterios sobre los elementos que si
deberían ser parte fundamental del proceso de
integración integral andino acorde con las diversas
cosmovisiones y que podríamos sintetizar de la siguiente
manera:

  • El proceso de integración debe ser la
    expresión de los pueblos y no sólo de los
    gobiernos y debe estar direccionado desde los pueblos andinos y
    no desde las élites dominantes.
  • Que sea un proceso que reconozca y respete los
    territorios indígenas, la autonomía
    política y económica basada en la identidad,
    cultura y autodeterminación de los pueblos y
    nacionalidades indígenas del Abya Yala.
  • Que sea una integración plurinacional,
    equitativa, soberana, justa, fraterna, integral e incluyente en
    igualdad de condiciones.
  • Que fortalezca la diversidad, la multiculturalidad,
    la unidad latinoamericana, la sustentabilidad de las
    prácticas y pensamiento indígena, la
    refundación de los estados-nación, la construcción de los
    estados plurinacionales y las sociedades
    interculturales basadas en la reciprocidad.
  • Que sus políticas se basen en contenidos de
    espiritualidad y cosmovisión ancestral indígena
    que permitan a los pueblos del abya yala la
    "…recuperación y la recreación del cosmosaber, cosmoestar,
    cosmohacer, cosmosentir, para conducirnos a la
    construcción-reconstitución de la
    cienciaconciencia,
    a partir de la reciprocidad y complementariedad".
  • Que reconozca y comprenda las realidades y
    particularidades de los pueblos, nacionalidades, autoridades,
    movimientos, procesos organizacionales y luchas
    indígenas.
  • Que sea un proceso que integre realidades complejas
    con diferencias y semejanzas y que considere la diversidad de
    demandas, identidades, necesidades y aspiraciones.
  • Que reconozca y respete los derechos colectivos e
    individuales de los pueblos y nacionalidades indígenas,
    sus culturas, la preservación de los idiomas nativos,
    las formas de administrar justicia, la biodiversidad, la
    medicina y
    conocimientos ancestrales y el derecho ancestral e
    histórico al territorio y a los bienes
    comunes de la madre naturaleza.
  • Que promueva un nuevo modelo de convivencia social
    que trascienda el ámbito mercantil y se fundamente en la
    solidaridad
    social, el comercio justo, la complementariedad y
    cooperación productiva, la justicia social, la
    preservación de la vida, que valore, estimule y
    fortalezca la economía solidaria
    y comunitaria.
  • Que propíciela construcción de un
    modelo económico y social diferente, que se base en la
    preservación de la naturaleza, la sustentabilidad
    ambiental, la soberanía alimentaria, el respeto a las
    culturas, el fortalecimiento de las comunidades originarias, la
    atención prioritaria a los sectores
    sociales populares y de mayor vulnerabilidad.
  • Que garantice la vigencia y aplicación plena
    de los derechos humanos, la participación directa con
    capacidad decisoria de los pueblos y nacionalidades
    indígenas en todas las instancias del proceso de
    integración, la democratización de la
    comunicación, la
    educación propia, la defensa de la madre naturaleza,
    los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas
    en armonía con los derechos de los pueblos y sectores
    sociales que coexisten en la región andina y que los
    recursos naturales sean primero para los connacionales y luego
    si hay excedentes tengan un comercio justo.
  • Que sea una herramienta para la
    descolonización de la democracia y
    política andina y que mantenga la independencia frente a los
    gobiernos.
  • Que luche contra el intervencionismo, el saqueo de
    los recursos naturales, los transgénicos, la
    militarización de los territorios indígenas, la
    construcción de bases militares gringas en territorio
    andino y contra la criminalización de la protesta y
    lucha social.
  • Que construya y fortalezca lazos de solidaridad, que
    se base en la coexistencia de países, pueblos,
    nacionalidades, organizaciones y movimientos sociales y que
    anteponga el interés y la defensa de lo público
    al lucro privado.

A los criterios anteriores de lo que desde los pueblos
indígenas se espera sea el proceso de integración
integral con participación decisoria de los mismos,
habría que adicionarle un complemento necesario
instrumental y político que de no hacerlo dejaría
en el campo del formalismo y la retórica lo antes
dicho.

Este complemento tiene que ver con la revisión,
redefinición y/o reconstrucción de organismos
andinos o suramericanos ya existentes que entrarían en
contradicción con la integración que se está
proponiendo desde los pueblos y nacionalidades indígenas
del abya yala.

Empecemos por la CAN que no debería ser exclusiva
de los gobiernos sino de los pueblos, lo cual conlleva una
redefinición al menos en sus componentes, objetivos,
metas y acciones.

Habría que revisar para atemperar a los criterios
aquí expuestos, si es que ello fuere posible, la
Iniciativa de Integración Regional Sudamericana (IIRSA) y
la Organización del Tratado de Cooperación
Amazónica (OTCA) y en el caso de Colombia su
vinculación al Plan Puebla Panamá (PPP).

Habría que examinar la posibilidad de lograr una
convergencia entre la CAN y el MERCOSUR.

Finalmente, habría que redefinir los procesos de
combate a la pobreza y los
objetivos del milenio y trabajar sobre la reestructuración
de los estados con participación de los pueblos y
nacionalidades indígenas.

Gracias por su atención.

Bibliografía.

  • CERDAS VEGA, Gerardo. ¿Qué queremos
    decir cuando hablamos de integración?.
    Entrevista a
    Blanco Chancoso y Bertha Cáceres. Minga
    Informativa/Grito de los excluidos/as. .
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    verdadera Comunidad Sudamericana de Naciones para "Vivir bien".
    La Paz, octubre 2 de 2005.
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    presidencia pro témpore de la CAN. Junio 14 de 2007.
    http://www.presidencia.gov.co/prensa_new/sne/2007/junio/14/04142007.htm
  • PLAZA CALVO, Asdrúbal. Diversidad Cultural y
    Pluralidad Jurídica. Cátedra universitaria.
    Popayán, 1993.
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    Declaración de Quito.
    Bogotá, marzo 26 de 2007.
  • Servicio informativo "Alai-Amlatina". Si a
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    indígenas.
    septiembre 10 de
    2005,
  • TAMAYO G. Eduardo. Entrevista con el dirigente
    indígena ecuatoriano Humberto Cholango.
    ALAI/Minga
    informativa. http://www.movimientos.org/enlacei/index.php.
  • TAMAYO G. Eduardo. Parlamentarios y líderes
    proponen "otra integración".

    http://www.acsur.org/acsur/noticias/indigenoct05.htm.
  • Tratado de Cooperación Amazónica.
    Brasilia, julio 3 de 1978.
  • VITTOR, Luis. Bolivia: la integración
    sudamericana en la mirada de los pueblos
    indígenas(II).
    CAOI/Minga informativa.
  • ZALABATA, Leonor. Control sobre el territorio, la
    biodiversidad y las investigaciones
    en territorios indígenas de la Sierra Nevada de Santa
    Marta.
    Revista Semillas Nº: 19, marzo de
    2003.
  • III Cumbre Continental de Pueblos Y Nacionalidades
    Indígenas del Abya Yala. De la resistencia al
    poder.

    Declaración de Iximche. Iximche, Guatemala,
    marzo 30 de 2007.
  • III Cumbre Continental de Pueblos Y Nacionalidades
    Indígenas del Abya Yala. De la resistencia al
    poder.
    Mesas de trabajo.
    Iximche, Guatemala, marzo 30 de 2007.

 

Asdrúbal Plaza Calvo

Partes: 1, 2
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